
Parejas
“El amor es un desafío constante; no un lugar de reposo, sino un moverse, crecer, trabajar juntos” (Erich Fromm)
Muchas parejas pasan por momentos difíciles que pueden acabar rompiendo la relación. Los motivos que llevan a una pareja al conflicto son muy diversos y complejos. En ocasiones existe un claro detonante, como una infidelidad o celos, y en otras se trata de un deterioro en la relación que va aumentando cada vez más el malestar personal de cada uno de sus miembros.
Las parejas tienden a subestimar la gravedad de sus problemas. Pensar que la pareja no funciona es algo tan difícil de asumir que preferimos ignorarlo. Solemos engañarnos atribuyendo las dificultades de pareja a cambios propios de las etapas por las que pasamos a lo largo del tiempo.
La Terapia de Pareja ofrece apoyo e interviene para explicar las causas que nos han llevado a la situación actual, creando un espacio de apertura, escucha y objetividad que permite comunicarse en un marco de relación diferente al de la comunicación cerrada y repetitiva que a menudo surge en los conflictos, detectando los patrones destructivos que se han establecido dentro de la pareja y proponiendo pautas, ejercicios y negociaciones para llegar a una solución de los problemas estable y romper las barreras que bloquean la relación.
Cuando los conflictos de pareja dejan de ser aislados, buscar ayuda profesional es la forma más adecuada e inteligente de enfrentarse a ellos. Cuanto antes consultemos con un psicólogo experto, más fácil será retomar el bienestar.
En sentido general, se debe recurrir a la terapia de pareja cuando existen:
- Problemas de comunicación
- Celos o desconfianza
- Problemas de convivencia
- Dependencia emocional
- Dificultad para encontrar pareja o mantenerla
- Infidelidad
- Miedo al compromiso
- Ruptura sentimental